viernes, 27 de julio de 2012

"No sé si pájaro o jaula", Alejandra Pizarnik


Alejandra Pizarnik es una de las grandes voces femeninas de la poesía latinoamericana. Su obra poética marca una ruptura con los modelos clásicos traspasando los límites del lenguaje, jugando con ellos y plasmándolos a suo piacere.

En estos días he estado leyendo sobre su vida y su obra, aquí comparto con Uds. su biografía y luego, algunos poemas que me gustaron mucho.


«En fin, tengo mucho miedo y sin embargo estoy maravillada, fascinada por lo extraño 
y lo inextricable de todo lo que soy, de todas las que soy y las que me hacen y deshacen» 

miércoles, 18 de julio de 2012

De idas y vueltas, de la mano de Cortázar

El otro día mientras leía Rayuela, me pasó lo que me pasa cada vez que alguien habla sobre el desarraigo de aquel que se va: me sentí identificada. En realidad, el texto que estaba leyendo se refería a aquel que regresa después de mucho tiempo y la mezcla explosiva de emociones que eso conlleva. Horacio, de vuelta en Argentina, siente eso que sentimos muchos que nos fuimos y que alguna vez regresamos, sin poder ser los mismos de antes.


Se dio cuenta de que la vuelta era realmente la ida en más de un sentido. Ya vegetaba con la pobre y abnegada Gekrepten en una pieza de hotel frente a la pensión "Sobrales" donde revistaban los Traveler. Les iba muy bien, Gekrepten estaba encantada, cebaba unos mates impecables, y aunque hacía pésimamente el amor y la pasta asciutta, tenía otras relevantes cualidades domésticas y le dejaba todo el tiempo necesario para pensar en lo de la ida y la vuelta, problema que lo preocupaba en los intervalos de un corretaje de cortes de gabardina. Al principio Traveler le había criticado su manía de encontrarlo todo mal en Buenos Aires, de tratar a la ciudad de puta encorsetada, pero Oliveira les explicó a él y a Talita que en esas críticas había una cantidad tal de amor que solamente dos tarados como ellos podían malentender sus denuestros. Acabaron por darse cuenta de que tenía razon, que Oliveira no podía reconciliarse hipócritamente con Buenos Aires, y que ahora estaba mucho más lejos del país que cuando andaba por Europa. Sólo las cosas simples y un poco viejas lo hacían sonreír: el mate, los discos de De Caro, a veces el puerto por la tarde.

jueves, 12 de julio de 2012

"Arráncame esta cara infame, oblígame a gritar al fin mi verdadero nombre" - Hoy, Julio Cortázar

Julio Cortázar nace en Ixelles, Bruselas el 26 de agosto de 1914, de padres argentinos. El contexto del nacimiento de Julio es el de una Europa amenazada por la Primera Guerra Mundial: Bélgica, de hecho, está ocupada por los alemanes, y los bombardeos marcan el parto y los primeros meses de vida del futuro poeta. Luego, los Cortázar vivirán en Suiza y más tarde en Barcelona, lugares que quedarán guardados en la memoria de Julio, y que contará en algunos de sus relatos.
A los cuatro años de edad, Julio ya vive en Argentina, en el barrio bonaerense de Banfield, en una casa con patio, y llena de mujeres (madre, tía, hermana). De niño, Cortázar tiene una salud bastante precaria, y se ve obligado a pasar mucho tiempo en la cama, leyendo y escribiendo.
Se forma como maestro normal en Letras y luego, se inscribe a la Facultad de Letras de la Universidad de Buenos Aires, pero abandona en el segundo año para dedicarse a la enseñanza y así poder ayudar a la economía familiar. Dicta clases en varios pueblos de la provincia de Buenos Aires, y en 1944 en la Universidad de Cuyo, impartiendo cursos de literatura francesa. En estos años también empieza a publicar sus primeros cuentos, y se recibe de traductor público de inglés y francés.
En 1951 sale a la luz Bestiario, una colección de relatos que obtiene mucho éxito en Argentina. Poco tiempo después, debido a su oposición contra el gobierno de Perón, Cortázar decide marcharse a París y allí residirá toda su vida.
Julio Cortázar muere el 12 de febrero de 1984 en París, dejando un legado poético maravilloso, innovador, mágico. Sus obras inauguraron una nueva manera de concebir la literatura en el mundo hispánico, creando una fractura con los modelos clásicos, con la temporalidad lineal y con los personajes poco desarrollados, chatos o sin profundidad psicológica.
Entre sus obras más famosas se encuentran: las colecciones de cuentos y relatos (Final del juego, Historias de cronopios y de famas, Todos los fuegos el fuego, entre otras) y novelas como Rayuela.

Hoy quería compartir algunos poemas escritos por Cortázar, que me mostraron un lado del autor que  desconocía, y que me encantó.

viernes, 6 de julio de 2012

De aeropuertos y llantos

No puedo dormir. Los motivos pueden ser varios: estoy con los horarios cambiados, estoy pasada de revoluciones o no puedo dejar de pensar en los aeropuertos.
Sí, los aeropuertos, esos lugares inmensos, repletos de gente con valijas, mochilas, ruidos, olores, historias de vida. Lejos de ser una antropóloga frustrada, siempre me gustó observar a las personas durante mis viajes: al chico sentado frente a mí en el tren que escucha música y de vez en cuando encuentra mi mirada, a la señora que trata de leer para placar el ansia de su "primera vez" en avión, al matrimonio con hijos pequeños que lloran y corren de acá para allá por la sala de espera antes del vuelo. ¡Cuántas vidas cruzadas en un aeropuerto! Cuántas historias sin conocer, cuántos corazones rotos, cuántos sueños postergados. O por cumplir, tal vez. 

"Bristol International Airport, last call for all passengers travelling on flight ..." -decían los altoparlantes. No les presté atención, ya que no se trataba de mi vuelo, pero poco importaba, ya me estaba yendo. Era junio de 2010, y mi historia se empezaba a llenar de grietas, imperceptibles mas definitivas.
Había transcurrido en Swansea nueve meses, vividos intensamente, entre la universidad, los pubs y las fiestas. Volverme a Italia significaba dejarlo todo, esa vida hecha de amigos nuevos, saquitos de té PG, la playa, las Foster's, cheese&chips
Era, también, separarme de F. 

Bristol International, entrance hall. [fuente]

miércoles, 4 de julio de 2012

La eñe también es gente, de María Elena Walsh

Hoy quería compartir con Uds. este texto de María Elena Walsh sobre esa letra que tanto nos caracteriza en el mundo de las lenguas, la Eñe. Me pareció muy divertido y no lo conocía, así que aquí va:

La eñe también es gente

La culpa es de los gnomos que nunca quisieron ser ñomos. Culpa tienen la nieve, la niebla, los nietos, los atenienses, el unicornio. Todos evasores de la eñe. ¡Señoras, señores, compañeros, amados niños! ¡No nos dejemos arrebatar la eñe! Ya nos han birlado los signos de apertura de interrogación y admiración. Ya nos redujeron hasta la apócope. Ya nos han traducido el pochoclo. Y como éramos pocos, la abuelita informática ha parido un monstruoso # en lugar de la eñe con su gracioso peluquín, el ~. ¿Quieren decirme qué haremos con nuestros sueños? ¿Entre la fauna en peligro de extinción figuran los ñandúes y los ñacurutuces? ¿En los pagos de Añatuya cómo cantarán Añoranzas? ¿A qué pobre barrigón fajaremos al ñudo? ¿Qué será del Año Nuevo, el tiempo de ñaupa, aquel tapado de armiño y la ñata contra el vidrio? ¿Y cómo graficaremos la más dulce consonante de la lengua guaraní? "La ortografía también es gente", escribió Fernando Pessoa. Y, como la gente, sufre variadas discriminaciones. Hay signos y signos, unos blancos, altos y de ojos azules, como la W o la K. Otros, pobres morochos de Hispanoamérica, como la letrita segunda, la eñe, jamás considerada por los monóculos británicos, que está en peligro de pasar al bando de los desocupados después de rendir tantos servicios y no ser precisamente una letra ñoqui. A barrerla, a borrarla, a sustituirla, dicen los perezosos manipuladores de las maquinitas, sólo porque la ñ da un poco de trabajo. Pereza ideológica, hubiéramos dicho en la década del setenta. Una letra española es un defecto más de los hispanos, esa raza impura formateada y escaneada también por pereza y comodidad. Nada de hondureños, salvadoreños, caribeños, panameños. ¡Impronunciables nativos! Sigamos siendo dueños de algo que nos pertenece, esa letra con caperuza, algo muy pequeño, pero menos ñoño de lo que parece. Algo importante, algo gente, algo alma y lengua, algo no descartable, algo propio y compartido porque así nos canta. No faltará quien ofrezca soluciones absurdas: escribir con nuestro inolvidable César Bruto, compinche del maestro Oski. Ninios, suenios, otonio. Fantasía inexplicable que ya fue y preferimos no reanudar, salvo que la Madre Patria retroceda y vuelva a llamarse Hispania. La supervivencia de esta letra nos atañe, sin distinción de sexos, credos ni programas de software. Luchemos para no añadir más leña a la hoguera dónde se debate nuestro discriminado signo.
Letra es sinónimo de carácter. ¡Avisémoslo al mundo entero por Internet! La eñe también es gente.

de la campaña "España marca"